Muere el poeta a la luz tenue de la vela,
desgastandose al igual que la misma cera.
Y asi como va bajando el fuego,
La sangre desborda de sus heridas,
Lo deja la noche y huerfano de dìa
el poeta corre buscando una salida
de su mente y de su vida
que lo encarcelan a toda hora
tratando de aniquilar sus ideas y pensamientos.
Su alma encojida
Entre sollozos y lamentos
Le agradece al papel y mas tarde a la pluma,
Por ser testigos de su busqueda continua
De su sed de escribir
y de su capricho por transmitir
o dejar un pedazo de su ser
en un verso o una palabra.
Con tinta negra o azul
iluminado de inspiraciòn
en cada palabra y verso quedaba
un pedazo de sueño
tal vez la mitad de un anhelo
Un respiro o solo un encuentro
Con el mismo o alguien mas
pues las letras lo acopañarian
por ultima vez...
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